El sistema defensivo Trelleborg, desarrollado por los vikingos, era un modelo de fortificaciones circulares que permitía una visión y protección completas en 360 grados.
Cada elemento del diseño estaba enfocado en anticipar amenazas desde cualquier dirección, asegurando una defensa equilibrada y estratégica.
De manera similar, el manejo defensivo en la actualidad implica un enfoque constante y completo en la seguridad vial, donde el conductor está atento a los 360 grados que lo rodean.
Al igual que los vikingos confiaban en su Trelleborg para reaccionar ante cualquier ataque imprevisto, un conductor defensivo evalúa constantemente el entorno, predice riesgos potenciales y se prepara para reaccionar de manera eficiente ante cualquier situación inesperada en la carretera. Ambos enfoques, aunque separados por siglos, comparten la misma filosofía: estar preparados, minimizar vulnerabilidades y garantizar la protección desde todos los ángulos.
Confía en TRELLEBORG
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